Me sigue pasando que algunos títulos de las entradas me parecen un poco dramáticos, pero en este caso tampoco encontré otro que encerrará lo que quería decir, este fue el que más se acercó.
¿Me da curiosidad saber que sientes o piensas a leer esta palabra? Autosaboteo. jajja ya empece a divagar, mejor me enfoco.
Voy a hablar esto desde mi experiencia, sin embargo es algo que veo todos los días en las personas que me rodean en todos las dimensiones de mi vida. Esta vida siempre me ha enfrentado con el reto de crecer en todos los aspectos, espiritual, intelectual y económico, con el pasar de los tiempos, cada vez que cumplo años y cada primero de enero, son muchos los propósitos nuevos y re-encauchados que llenan la lista. También me encuentro en la revisión de los propuestos en años anteriores, con algunos realizados pero muchos otros que aún no he logrado. Aprender a tocar piano, a hablar inglés, a dibujar, documentar y capitalizar mis aprendizajes, fortalecer mi red de contactos, viajar, estudiar, tener una rutina de ejercicio... esas son algunas de las mías, pero cada uno tiene su propio listado de acuerdo a lo que sueña o quiere. Me he encontrado en muchos momentos en ambición pero muchos otros en resignación,desesperanza y sin fuerzas para continuar y allí es donde me hallo culpando al no tener tiempo, al clima, a la falta de dinero, a la gente que ne rodea, a los sistemas a los que pertenezco y así encuentro mil excusas y explicaciones para no lograr lo que quiero poniendo mi campo de batalla con lo exterior, con lo que esta fuera de mi. Pasan los años y así a mis 33 años la lista de lo no realizado se va engordando y la sensación de resignación crece más.
Me surge la pregunta ¿entonces que puedo hacer: renunciar, olvidar, dejar pasar, aceptar que por mucho que lo intente no lo voy a poder lograr? frente a esta pregunta siempre hay un rotundo NO y así cada año me dispongo a pelear de nuevo.
Estas semana reflexionando empecé a preguntarme más profundamente ¿por qué no lo he logrado? y me di a la tarea de buscar mi mayor obstáculo, sin darme cuenta poco a poco se fue dibujando un sujeto que cada vez se parecía mas a mi, un yo que se ha encargado de sabotear mis sueños, mis batallas, mis propósitos. Aterrado pero decidido quise seguir profundizando, ¿por qué yo? ¿qué hay en mi? y fueron saliendo poco a poco mis miedos, mis paradigmas, mis hábitos, mis mecanismos de escape, mis resentimientos... y sale un nueva pregunta ¿qué pasaría con mis sueños y propósitos si logrará superar en mi estos obstáculos? y un grito en mi interior me hace saltar de ambición ¡LO LOGRARÍA, LO LOGRARÍA! me doy cuenta que la batalla no esta afuera, la principal lucha es conmigo mismo, es allí donde debo enfocar mis energías.
Es más fácil entregar la responsabilidad a lo externo, eso alivia pero no lo resuelve, nos desempodera, nos empobrece la existencia. Este hallazgo me reta más, pero me da esperanza al ver que esta en mis manos, esta en mi, debo hacerme cargo de mi para ampliar el espectro de posibilidades de lograr lo que me propongo.
¿Cuáles son tus obstáculos? ¿cuál es tu pelea? ¿qué sueños dejaste en el olvido? ¿en dónde hay resignación? No te dejes autosabotear, esta en ti la respuesta y la posibilidad.
Autosaboteo
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Miradas
Hace dos semanas tuve una experiencia en un taller que me conecto con varias momentos de mi vida. Trabaje con una chica argentina un ejercicio en el cual teníamos que declarar con fuerza y determinación el "no quiero" el "basta" uno a la vez, el que escuchaba solo se quedaba quieto sosteniéndole la mirada a quien, de la manera que escogiera, declaraba su "no quiero" su "basta". Más que enfatizar en el detalle del ejercicio lo que quiero contar es que me di cuenta de la gran diferencia que hubo en la mirada de ella en los dos momentos, la cantidad de historias, emociones y vivencias que expresaban sus ojos. Solo mirando sus ojos y nada más que eso me conecte profundamente con ella, aun hoy después de 15 días de no verla, tengo tatuado su rostro en mi memoria. Lo curioso es que, como si hubiera tocado una parte especifica de mi cerebro, empece a traer a mi memoria todos aquellos rostros que por algún motivo tuve la oportunidad de mirar directamente a los ojos. Como retratos llenos de detalles pasaba cada rostro, cada mirada, cada historia. Pero en el pasar de cada rostro me di cuenta que cada mirada dejó no solo una imagen en mi memoria, también dejó el recuerdo de una emoción, algo así como una huella en mi, algunas de amor, amistad, compasión, ternura, camaradería, aceptación, pero otras de rechazo, odio, desprecio, dolor.
Pensando en esto, en el poder que tiene una mirada para impactar la vida del otro me quede reflexionando, ¿qué mensaje o emoción he transmitido a través de mi mirada a las personas que me rodean? a mis amigos, familiares, compañeros de trabajo, a mi esposa y mi hija, ¿qué recuerdos estoy dejando en sus vidas? ¿cuántas veces he mirado a las personas que más amo con ira o desprecio? Inmediatamente vino a mi cabeza muchas situaciones en las cuales con una mirada he violentado a mi hija a quien considero el ser humano que más amo y a quien más busco proteger. Al mismo tiempo recuerdo su mirada en esos momentos, indefensa, impotente, sin entender mucho lo que pasa pero grabando en su memoria mi rostro, mi mirada. Si eso ha pasado con ella, ¿cuántas huellas he dejado en otros?
A veces una palabra puede herir mas con un golpe y he luchado por ser mas cuidadoso con lo que digo, pero hoy me doy cuenta de que una mirada puede ser más potente que cualquier otra cosa, así que debo hacerme cargo.
Hoy tomo la decisión consiente de utilizar el poder de mi mirada para dejar un mensaje positivo en la vida de quienes me rodean, especialmente de quienes amo. ¿y tu, qué mensaje quieres dejar en la memoria de quienes te rodean a través de tu mirada?
¿Protagonista o Extra?
Mi vida es una historia que se mueve entre comedia, drama, acción, suspenso, terror, amor, superación.. todo el tiempo estoy en escena compartiendo el espacio con muchos otros que se cruzan en mi historia pero que tienen la suya propia. Según Friedrich Nietzsche no somos una sola historia somos varias historias y varios actores en un solo individuo que se potencian y se contraponen, pero bueno ese no es el punto, partamos de que nuestra vida es una única historia. Pensando en esto me surgió una pregunta ¿qué tan protagonista soy de mi historia? ¿qué tanto tiempo de la escena estoy en primer plano haciendo un papel importante y decisivo, y qué tanto soy un extra que simplemente esta ahí rellenando el espacio pero al margen de la escena?
La posición de ser un extra es cómoda, no asume mucho riesgo, no se expone a la crítica ni encara las consecuencias de la calidad de la historia en la que esta, puede culpar a otros de lo malo y unirse a la celebración de lo bueno, no requiere de mucha energía y entrega, tampoco de exigencia frente a su capacidad y competencia para actuar, pero tiene el gran riesgo de carecer de sentido y de motivación, de ir desapareciendo esa capacidad que tenemos de hacernos cargo, de desarrollar y explorar nuestras capacidades, de superar retos. Con el pasar del tiempo el sentido de vida depende de lo que otros hagan por nosotros y así quedamos condenados a la pobreza de espíritu.
Ser protagonista tienen una exigencia mucho más alta, más preparación, más energía, mas riesgo. Demanda el estar siempre atento de cada detalle, de cada diálogo, de cada movimiento, de cada emoción. Requiere de fuerza de voluntad para superar todos los obstáculos. Tiene momentos de tensión y de incertidumbre pero también de grandeza, de satisfacción y de sentido. Ser protagonista para mi es como hacerse cargo.
Cada mañana al levantarnos nos encontramos con estos dos caminos, depende de cada uno ser Protagonista o Extra de su propia vida. ¡Elige bien!
Expectativas
Una de las cosas con las que más he luchado en mi vida es con las decepciones, odio esa sensación y el esfuerzo que me implica reponerme, más si tengo que seguir con esa relación o habitando ese sistema. Puede sonar muy trascendental pero la decepción desgasta nuestra humanidad al limitar o condicionar nuestra capacidad de relacionarnos, es como un verdugo que se queda una y otra vez decapitando nuestras posibilidades de conectarnos de forma genuina con aquellos que juzgamos nos han decepcionado, trae consigo una serie de emociones de rabia, tristeza, resignación, resentimiento que se vuelven tóxicas al hacernos esclavos de ellas, se aferra de tal manera que nos puede llevar a terminar relaciones, a sentir el derecho de que podemos hacerle pagar al otro por lo que ha hecho, a limitar nuestra capacidad de entregar y de servir.
Para decepcionarnos primero tenemos que crear la expectativa de que vamos a ver o recibir algo de acuerdo a como nos lo imaginamos, esas expectativas normalmente alimentan nuestro EGO, aunque suena duro pero casi siempre obedecen a nuestro interés de satisfacer nuestras necesidades y queremos que el mundo a nuestro alrededor se comporte de acuerdo a eso que esperamos. Ahí esta el problema, el mundo se comporta de acuerdo a como el mundo es, no tenemos ni el control ni el poder sobre el otro ni sobre los sistemas en los que nos encontramos, esto significa que nuestras expectativas sobre las cosas externas nos condenan a seguir de decepción en decepción.
He empezado a mirar sobre qué tengo expectativas y a validar si son determinantes para mi vida, he encontrado que el 80% de las expectativa que tengo de las personas y sistemas que me rodean son solo deseos egoístas irrelevantes y en muchos casos mi vida no se afecta si se cumplen o no, solo se alimenta o se lastima mi EGO. El otro 20% las estoy conversando con quien corresponde y generando acuerdos, haciéndome responsable de gestionarlos, así me aseguro de no vivir sobre supuestos esperando que los otros interpreten lo que yo espero y luego culparlos por no cumplirlo. Me he dado cuenta que la vida así es mas liviana, mis relaciones más sanas, mi vida mas tranquila.
¿Cuáles son tus expectativas? ¿cuáles de ellas son determinantes para tu vida y cuáles no vale la pena cargar más?
¡Hazte cargo!
Para decepcionarnos primero tenemos que crear la expectativa de que vamos a ver o recibir algo de acuerdo a como nos lo imaginamos, esas expectativas normalmente alimentan nuestro EGO, aunque suena duro pero casi siempre obedecen a nuestro interés de satisfacer nuestras necesidades y queremos que el mundo a nuestro alrededor se comporte de acuerdo a eso que esperamos. Ahí esta el problema, el mundo se comporta de acuerdo a como el mundo es, no tenemos ni el control ni el poder sobre el otro ni sobre los sistemas en los que nos encontramos, esto significa que nuestras expectativas sobre las cosas externas nos condenan a seguir de decepción en decepción.
He empezado a mirar sobre qué tengo expectativas y a validar si son determinantes para mi vida, he encontrado que el 80% de las expectativa que tengo de las personas y sistemas que me rodean son solo deseos egoístas irrelevantes y en muchos casos mi vida no se afecta si se cumplen o no, solo se alimenta o se lastima mi EGO. El otro 20% las estoy conversando con quien corresponde y generando acuerdos, haciéndome responsable de gestionarlos, así me aseguro de no vivir sobre supuestos esperando que los otros interpreten lo que yo espero y luego culparlos por no cumplirlo. Me he dado cuenta que la vida así es mas liviana, mis relaciones más sanas, mi vida mas tranquila.
¿Cuáles son tus expectativas? ¿cuáles de ellas son determinantes para tu vida y cuáles no vale la pena cargar más?
¡Hazte cargo!
Libertad
Hoy me levante pensando sobre la LIBERTAD... me ha pasado muchas veces que me encuentro insatisfecho con lo que hago y tengo, en esos momentos llega el anhelo por la "libertad", esa sensación de sentir que puedo cambiar lo que tengo por otras cosas, tomar decisiones sin consultarle a nadie, hacer, no hacer, ir, venir, decir, callar, quitarme de encima aquellas personas o situaciones que considero que me aprisionan o condicionan. En esos momentos experimento emociones como rabia, insatisfacción, desesperanza, tristeza, melancolía... y paso por el proceso racional que me lleva la mayoría de las veces a la resignación, "no tengo o no veo posibilidades de cambiarlo", algunas veces y solo algunas veces me siento con la fuerza de cambiar las cosas y hago un plan de acciones que me permitan lograr la tan anhelada libertad, pero después de luchar contra la circunstancias, las personas, las situaciones, me doy cuenta que "haga lo que haga las cosas no cambiarán de la forma en que yo espero" y con la sensación de no poder hacer nada me encuentro de nuevo en la resignación, así han pasado muchos años en mi vida.
¿Entonces, qué hacer? la gran pregunta.
Después de reflexionar y conversar con otros, que también han estado en esta búsqueda, me doy cuenta que tenia fijada mi mirada en el lugar equivocado. Todos estos años le he otorgado el poder de mi libertad a situaciones, circunstancias, personas y de esta forma sería imposible encontrarla, alcanzarla, lograrla.
Tuve que empezar la búsqueda en otro lugar, en mi mismo, y WOW, qué hallazgo, la libertad esta en mi, en mi capacidad de decidir cómo vivir mi vida, cada circunstancia, cada relación, cada experiencia. La libertad esta en la aceptación de que el mundo ya es perfecto tal cual como es. Ese descubrimiento me deja dos cosas que pueden parecer contrarías, me dejan un peso de responsabilidad mucho más grande, ya no le puedo descargar a otro las consecuencias de lo que pasa en mi vida, ya los debo asumir yo y me pregunto qué tan valiente soy para vivir esa nueva realidad, sin embargo me deja una gran ambición y esperanza de saber que la libertad que tanto busco si se puede lograr.
Ahora inicia un nuevo camino del cual seguramente tendré mucho que aprender.
¿Entonces, qué hacer? la gran pregunta.
Después de reflexionar y conversar con otros, que también han estado en esta búsqueda, me doy cuenta que tenia fijada mi mirada en el lugar equivocado. Todos estos años le he otorgado el poder de mi libertad a situaciones, circunstancias, personas y de esta forma sería imposible encontrarla, alcanzarla, lograrla.
Tuve que empezar la búsqueda en otro lugar, en mi mismo, y WOW, qué hallazgo, la libertad esta en mi, en mi capacidad de decidir cómo vivir mi vida, cada circunstancia, cada relación, cada experiencia. La libertad esta en la aceptación de que el mundo ya es perfecto tal cual como es. Ese descubrimiento me deja dos cosas que pueden parecer contrarías, me dejan un peso de responsabilidad mucho más grande, ya no le puedo descargar a otro las consecuencias de lo que pasa en mi vida, ya los debo asumir yo y me pregunto qué tan valiente soy para vivir esa nueva realidad, sin embargo me deja una gran ambición y esperanza de saber que la libertad que tanto busco si se puede lograr.
Ahora inicia un nuevo camino del cual seguramente tendré mucho que aprender.
"Tu intención fija tu atención"
Corta frase pero poderosa... cuantas veces nos ha pasado que alguien nos cae de la patada y todo lo que hace esa persona nos parece malo y desagradable, la forma como camina, habla, come, se sienta... estamos focalizados en las cosas malas y las maximizamos. Cuándo un trabajo no nos gusta le vemos toda las cosas malas, el jefe, los compañeros, la sede en la que estamos, el lugar del trabajo, el transporte para llegar y las cosas buenas que pueda tener no las vemos... también al contrario, si alguien nos gusta y estamos en etapa de conquista, todo lo que esta persona hace y dice lo vemos bueno y lo que no es tan bueno lo minimizamos.
Nuestra atención esta determinada por lo que sentimos o pensamos frente a algo o alguien, para poder ver diferente tendremos que devolvernos y pensar cuál es la intención que tenemos. Puedes estar en un lugar maravilloso pero si tu intención es negativa, ese lugar será el infierno mas grande.
Lo que sientes y ves de cada cosa en tu vida no es necesariamente la realidad pues esta filtrada por tu intención. Toma el control sobre tu intención y cambia la forma como ves tu vida.
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